miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuando las bombas exploten en lados equivocados


En 1995, cuando el derechista francés Jacques Chirac, en su ejercicio de presidente de Francia decidió continuar las pruebas nucleares en el Océano Pacífico, el mundo entero se volcó contra él y su absurda decisión. Como manifiesto de ello en Venezuela, en una calle del Este de Caracas, observaba desde la ventana del carro un graffiti que decía de manera jocosa y denunciante: "Chirac explótate el culo".

Hoy explotan un carro en la UCV. Una muy tonta profesora universitaria, que solamente defiende su hueso en una institución del gobierno, dice que la rectora de la UCV no tiene que ponerse así porque ese no es su carro; lo que no saben esos humildes labios que pronuncian esa podredumbre intelectual es que el carro no es de García Arocha es del Estado venezolano y de una Universidad que es patrimonio mundial de la Humanidad. Pero retomando la anécdota de Chirac: podríamos decirle a los facinerosos de la UCV, los que actúan desde el anonimato de color rojo, los que no permiten la diversidad política porque lo quieren todo para el Gran Hermano, los que luego de sus acciones terroristas acuden a cobrar la paga, los que no son revolucionarios sino una parranda de mafiosos armados, que se exploten el culo. Yo lo digo: "¡¡Niños-pone-bombas explótense el culo!!"